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BATMAN: LA BROMA ASESINA

Debo admitir que mentí. El cómic no es mi género, eso es cierto, pero sí que había leído algo antes. Y no hablo de los Zipi y Zape, Los Mortadelo y los Don Micky de aquella época. Seguramente estoy profundamente equivocada pero, para mí, eso son tebeos. Lo que yo entiendo por cómic es el americano. Incluso sin haber leído cómics en mi vida, establezco una diferencia muy clara entre europeo y americano… (tebeos, novelas gráficas, álbumes… frente a lo que yo llamo cómics) Pero no es esto lo que quería decir…

Lo que viene a continuación contiene spoilers y no pretende ser una crítica a fondo de ningún cómic, sino la opinión de alguien que no lee habitualmente cómics.

Hace unos meses pregunté qué podía leer para empezar, no habiendo leído nunca nada, y me dijeron que Batman Año Uno… Y aunque soy más de Mavel que de DC, no sé por qué, la verdad…  hice la prueba. Se supone que Año Uno es la leche. Caramba, Frank Miller y David Mazzuchelli… Aun sin saber, algo sé… Así que me puse a ello. Y fue un desastre. No puedo recordar ni si terminé de leerlo.

Así que incluso habiendo elegido yo misma La Broma asesina frente a Bone, me ha costado mucho, muchísimo, ponerme a leerlo. Vale que en cuanto me he puesto hoy lo he leído… ¿en cuánto? ¿en diez minutos… quince?. Esto es como en el colegio. Leer por obligación no mola, y menos con el antecedente de Año Uno. Probablemente estéis pensando que soy una especie de hereje del mundo del cómic por decir algo así de lo que se supone que es, para muchos, una obra maestra. Y seguramente tenéis razón…

Batman: la broma asesina

Batman: la broma asesina

Pero, hoy, por fin, he leído La Broma Asesina. Antes de empezar incluso he pensado en tomar apuntes, porque estaba convencida de que me iba a costar concentrarme, y quería poder acordarme luego de algo. De hecho, la introducción me la he saltado. Mi intención era hacer una lectura racional y crítica. Y hasta he releído las primeras páginas buscando algo que criticar. Y bueno… si había algo, no lo he visto.

Tengo que decir que me ha atrapado la lectura. Probablemente se deba al hecho de que no tenía ni idea de qué iba y a que jamás me había planteado cuál era el origen o el pasado del Joker. Suponía que la historia sería una anécdota más dentro de la lucha entre Batman y el Joker, pero una vez leído me parece mucho más que eso.

He visto a un Joker totalmente desconocido para mí. Teniendo en cuenta que solo conocía las versiones de Jack Nicholson y Heath Ledger… Sabía de él lo que sabe todo el mundo que no lee cómics:  casi nada.

Esta historia me ha descubierto a un Joker sociópata (como ya sabía) pero con toques de racionalidad. Con algunas frases brillantes y algunas reflexiones inesperadas en un cómic (perdón, perdón) y en este personaje.

Me ha gustado descubrir cómo llegó a ser lo que es. No me refiero al accidente en sí (eso es casi idéntico a lo que ocurre en la primera peli de Tim Burton) sino a su momento emocional, a su situación personal en el momento en el que todo cambia. Vale, se me plantean dudas por aquello de ¿y si es todo mentira…? ¿su mujer, el calientabiberones y eso?. Por que, ¿por qué no inventar tu propio pasado? Es posible. Pero elijo pensar que es verdad. Porque tiene todo el sentido.

Tal vez me ha impresionado porque es mi primer cómic (casi, ya que Año Uno no cuenta demasiado) No sé si a los que estáis acostumbrados a leer este género también os pasó en su momento, u os ha pasado si lo habéis leído por primera vez con esta nueva edición.
Sea como sea, me ha gustado.

Y al margen de la historia, me ha encantado el dibujo. Una de las cosas que menos me gustaron de Batman Año Uno fue el dibujo, y especialmente el color. Que no digo que esté bien o mal, que se adapte a la historia o no… Que ya sé que está considerado y seguro que es una obra maestra… Pero me resultó terriblemente oscuro y me hizo la lectura incómoda y pesada.

Y con este no me ha pasado. Aunque la historia me hacía darme prisa y querer pasar la página, los dibujos me atraían y he tenido que parame a mirarlos incluso aunque eso suponía perder el ritmo de lectura. Apenas me sonaba Brian Bolland, lo admito (Alan Moore sí, sé que es algo así como un semidiós en el mundo del cómic) pero tendré que echar un vistazo a algún otro trabajo suyo, porque me ha encantado.

De hecho, me ha gustado lo suficiente como para leer el epílogo escrito por el mismo Bolland, que me ha conducido a leer la introducción que casi me mata de aburrimiento al principio. Y me alegro de haberla leído porque he descubierto algo interesante para mí: que el color también es suyo. Y, dentro de mi ignorancia en este mundo, entiendo la importancia de este detalle y lo que puede aportar a la historia.

En fin. Que me ha encantado. Guion redondo y bien escrito. Dibujo y color, genial.
He disfrutado y me hace querer seguir leyendo cómics.

Ahora puedo decir que, oficialmente, he leído mi primer cómic (al menos americano).

Objetivo cumplido.

COMENZAR A LEER CÓMICS. PRIMER RETO: LA ELECCIÓN.

Bueno, sí, algo de vergüenza siento al trabajar en una tienda de cómics y ser una analfabeta funcional en relación a los idem.

Así que, con la ayuda de mis compañeros, he decidido, si no ponerme al día, porque llevo muchos años de retraso y me pasaría el día leyendo y sin hacer nada más, al menos conocer un poquito este mundo.

Y con la motivación añadida de que no me despidan, como alguien tan amablemente sugirió en Facebook.

Así que, vamos allá.

Mi querido jefe, a partir de algunas sugerencias, ha decidido que mi primer cómic sea Bone.


Pero, seamos sinceros, ese bichillo blanco, que no es un extraterreste por lo visto, según me dicen, no me motiva, la verdad. Lo sé, sé que es la leche, o eso dicen, pero … a ver, lo miro puesto en su sitio, edición de bolsillo, tapa dura o edición de lujo, muy bonita, eso sí, muy verde (la de lujo, digo), y luego me giro y veo “La broma asesina” … en fin, si tengo que elegir …


Vale, que no se debe juzgar un libro por la tapa, de acuerdo. Pero, oye, que es el primero. Un pequeño acto de rebeldía, espero que sin consecuencias. Así que, me decido por el tipo loco. Ya le tocará al monigote blanco (con cariño, sin ánimo de ofender).

Manos a la obra!!